Tokyo Noir
#6 Redención
Ahí estábamos, Danie y yo situados en una posición estratégica en un edificio en obras abandonado, habían policías escondidos por todas partes a pesar de que al ser las afueras de la ciudad fuese difícil pasar desapercibido en la llanura. sobre las 11 de la noche empezaron a llegar coches, todos de lujo, negros y con cristales tintados. Empezaron a montar todo el tinglado, no faltaban ni las antorchas, ni la enorme cruz de mimbre, una especie de atrio y al rato llego un camión donde se bajaron mas miembros y trajeron una larga alfombra negra que pusieron delante de la cruz decorada a sus laterales con todo tipo de animales disecados.
A las 12 menos cuarto todos estaban vestidos, llevaban una túnica blanca con capucha y una mascara totalmente blanca para ocultar sus caras, solo se distinguía a uno, el que parecía ser su guía puesto que añadió al poco original vestimento una manta negra que le bajaba por un hombro y lo que desde mi posición parecía ser un colgante bastante grande. A las 12 empezó la ceremonia, Danie estaba ansioso, la ira empezaba a desprender una especie de humo de sus ojos y boca "Contrólate" le dije, cuanto mas usase sus poderes mas se reduciría su tiempo de vida. Todos esperaban mi señal para empezar el operativo en silencio, en aquel lugar tan retirado de la mano de dios solo se oía la voz distorsionada del payaso del colgante soltando su discursito:
"Hermanos, hoy es un dia trascendental, la razón que nos congrega aquí es el majestuoso nacimiento del rey de reyes, el que librara este mundo del miedo y la oscuridad de los viajeros, Esta noche veremos el renacer del mismísimo hijo de Dios, que con su luz iluminara nuestro camino a la libertad, hoy por fin seremos libres de esos terroristas interdimensionales...pero antes...quiero que le den una cálida bienvenida a nuestro invitado especial, Danie Joe y su amiguito el poli."
Inmediatamente nos apresaron por la espalda y a Danie le dejaron inconsciente para que no pudiese usar sus poderes. Nos llevaron al atrio, los policías del operativo eran menos de la mitad de los que había solicitado y no estaban de nuestro lado, se estaban poniendo las túnicas y juntándose con el resto de feligreses, esos malditos bastardos me habían traicionado, que diría Nomura si viese a sus mas valientes hombres en esta situación, sentiría la mas grande deshonra y vergüenza. Me arrodillaron ante el líder de la secta al que no dude ni un segundo en escupir su estúpida mascara, el rio.
"Hahahaha otra muestra mas de la capacidad de corrupción de los viajeros, un humano de a pie como cualquier otro ayudando a algo que nisiquiera es de su dimensión, un humano de a pie que se pone en contra de sus iguales para defender a un peligro para su especie, un humano de a pie que como todos nosotros...sangra."
Lo siguiente que sentí fue un terrible dolor a la altura de mi hombro, al par de segundos empece a sentir el cálido correr de mi sangre por mi brazo, me habían clavado la punta de una lanza, parecía antigua, oxidada con muchos grabados.
"La lanza de Dios, como dice la profecía, la lanza convertirá la sangre de un valiente en la chispa de una nueva vida. Traed a la afortunada progenitora!"
De repente algunos de los miembros mas fornidos trajeron un enorme altar de mármol, bastante antiguo también y sus grabados eran similares a los que aparecían en la lanza, esto era una puta locura. Y cuando mire al extremo de la alfombra negra ahí venia, era Kaiko, la llevaban en brazos 2 feligresas, estaba totalmente deshumanizada, respiraba y parpadeaba, pero en el resto de los aspectos parecía un cadáver, le habían amputado las piernas, le habían arrancado los dientes y lo peor de todo...estaba embarazada. No era una barriga normal, era bastante grande y marcaba unas hórridas venas negras, se podían ver a través del vestido de seda que el cerdo del colgante le había colocado. La colocaron en la mesa de mármol tumbada boca arriba, tras una señal del enfermizo maestro de ceremonias todos empezaron a rezar unas oraciones en una lengua extraña, había oído hablar de esta lengua, era la lengua del vacío que los stalkers usaban para comunicarse entre ellos.
"Yo te doy la bienvenida al mundo de los miserables, Hijo de Dios, limpianos de la oscuridad."
"NO!"
Danie Había despertado, pero era demasiado tarde, el puñal ya había atravesado el vientre de Kaiko, no se contuvo mas, Danie quedo envuelto en el humo que el mismo emanaba y como un destello cargo contra todos los presentes, en cuestión de 20 segundos ya había acabado con la mitad, pero se detuvo al ver que de Kaiko empezaba a salir una sustancia, un liquido gaseoso espeso, negro como la noche. Lo próximo que recuerdo es el cuerpo de Kaiko reventando en mil pedazos y de el salir un ser descomunalmente grande, mediría unos 2 metros y medio, sabia quien era...se trataba de La Autoridad.
"Mi señor, le he estado esperando durante años, bienvenido a nuestro mundo, es todo suyo, ahora puede darme todo aquello que me prometió."
"Sucio mortal, como te atreves a intentar negociar con un ente muy superior a toda tu especie entera, así como tu engañaste a los tuyos, yo te engaño a ti."
Y de un golpe mando a aquel pobre diablo contra su propio atrio, la mascara se desprendió de su rostro, mis ojos no se podían creer lo que estaban viendo, el líder de la secta era Nomura, mi propio jefe, una de las personas en las que mas confiaba, era el quien en los últimos meses saboteaba mis operaciones y siempre me topaba con callejones sin salida. Aprovechando la confusión, metí la mano en mi chaqueta ensangrentada y saque a Sally, mi preciosa dama de hierro rusa, apunte a la cabeza de Nomura, apreté un poco los dientes y dispare, su sangre salpico ligeramente mi cara.
"No he venido a conquistar vuestro sucio mundo, la verdad es que me daría vergüenza tener un lugar tan podrido bajo mi propiedad, solo he venido a devolver a mi hijo a la dimensión a la que pertenece, vamos Daniel, ya no tienes porque estar aquí."
Danie dejo de emitir humo, su cara era propia de cuando recuerdas algo muy importante, en su caso, recordó que el era el hijo del ser que regia el vacío, eso explica por que los stalkers no le atacaban cuando se encontraba en el plano negro, todas sus historias adquirían sentido en mi atormentada cabeza. Demasiada información de golpe supongo, mi jefe era el líder de la organización criminal sectaria mas peligrosa de la ciudad, mi mejor amiga había sido torturada y asesinada y el que probablemente sea mi mejor amigo esta abandonando mi dimensión rumbo a la suya. Mire a aquel ser a su cara y en nombre de toda la humanidad, que ya de humanidad tenia poco, que si un ser como el podría poner fin a un mundo tan sucio como el nuestro, el asentó, "ya sabes lo que quiero a cambio de haber protegido a tu hijo" le dije. Abandono nuestra dimensión como quien se va de un bar a punto de cerrar y entonces contemple como el cielo se rompía y la tierra vibraba, yo me encontraba arrodillado y bese a Sally por primera y ultima vez.
"El viajero...viajara."
Fin.-
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