Tokyo Noir
#2 Recuerdos
Hoy iré una vez mas al garito de mala muerte que frecuenta, para hacerle unas preguntas, espero acabar con todo esto de una vez antes de que a este gilipollas le de por denunciarme por acoso policial. El frio de la ciudad me envuelve, el olor a orina impregna mi ropa, al verdad es que no me importa demasiado, nunca he sido un hombre de grandes lujos, las pocas cosas que recuerdo de mi miserable infancia son la comida en lata, las palizas que me daba mi padre y pocas cosas mas que los antidepresivos no consiguen borrar, ironico que me considere afortunado no creeis?. Ahi estoy yo en medio de un bar de mala muerte, en letreros de neon puedo leer "Yokais", este debe ser el punto de reunion de conspiranoicos, prostitutas y toda clase de macarras. En una esquina junto a un cartel de "las chicas vomitan gratis." se encontraba Danie, sentado de una manera particular, algo chulesca y con una sonrisa desafiante, "bienvenido" me dijo, tras titubear un poco y sin esbozar ni un mero gesto facial me sente junto a el, inmediatamente me ofrecio algo de beber "no bebo" le dije, cuanto me arrepiento de aquella decision.
Empece con la interrogacion, no note nervios ni preocupacion en su ser, solo esa estupida sonrisa, Dios, pero que ganas de borrarsela a puñetazos, realmente odio a este tio. Justo cuando pense que era el final de otro poco fructifero interrogatorio la situacion dio un giro de tuerca que no habria venido llegar ni con toda la XTREMX que circula por los barrios de esta sucia ciudad. El muy estupido me estaba proponiendo trabajar conmigo a cambio de proteccion, teneis idea de lo importante que resulta esto para mi? resolver de una vez todos mis casos pendientes de un plumazo...pero a que precio? aguantar a este imbecil tantas horas y lo que es peor, darle mi confianza, creo que es obvio que no soy un tipo demasiado sociable, no me va eso del trabajo en equipo y todas esas chorradas que les enseñaron a los niños de mi generacion, y del tema mujeres mejor ni hablar, soy tan antisocial que en el departamento me llaman "El Grinch" por aquella pelicula estupida tan de moda en los 90 y ahora me plantean que pase tiempo con el tio que probablemente mas detesto en el mundo. Sin mostrar demasiado interes en su propuesta y como experto en regateos que soy, mire a los ojos a aquel gallito y le dije que me lo pensaria, el asento sin borrar ni un solo segundo esa estupida sonrisa, dicen que mas sabe el diablo por viejo que por diablo, yo sere viejo pero es que a diablo nadie le gana a ese capullo.
Llevaba ya un par de dias meditando la propuesta de Joe, todo muy correcto, me ayudaria con todas mis interrogantes, pero hay algo que aun no me cuadra, "proteccion" protegerlo de que? que es lo que parece atormentarle a alguien que tiene la confianza suficiente como para autoproclamarse dios. Cualquier otro con 2 dedos de frente habria rechazado esta oportunidad pero el hecho de que su recompensa a cambio de ayudarme sea proteccion lejos de ser un impedimento, me resultaba algo realmente llamativo, es decir, que puede ser lo que hace que alguien tan chulesco, arrogante y megalomano como el que pueda preocuparle, tal vez no solo vaya a resolver el caso mas grande de mi carrera igual descubro tambien su "kryptonita" y mato 2 pajaros de un solo balazo, sin pensarmelo mucho mas me puse en contacto con el, y acepte el trato, espero no arrepentirme.
Nos reunimos en su domicilio en Dogenzaka, el 666 de la calle 6, menudo fantasma pense mientras recordaba que tendria que pasar tiempo con este indeseable. Una prostituta que se encontraba tirada en su portal intentaba ofrecerme sus servicios, una mezcla de asco y dolorosos recuerdos inundan mi mente, "se fuerte" pense, no podia permitir que todo esos años de tratamiento se fuesen por la taza, con un gesto rechace la propuesta de la prostituta que nisiquiera podia ponerse en pie, cuanto XTREMX habra tenido que tomar esta pobre desgraciada para acabar tal y como esta. Finalmente llegue al piso de Joe, para mi sorpresa, no me resulto del todo desagradable el lugar, resulta que el chaval a pesar de ser notablemente joven es bastante fan de los fenomenos de cultura popular de mi epoca, podia ver toda clase de posters de peliculas antiguas como "el lobo de wall street", una enorme coleccion de videojuegos y justo detras de mi se levantaba una estanteria llena de comics antiguos, todo habria sido genial de no ser porque el muy imbecil me recibio en calzoncillos de super mario bros, recien despertado y hechando a una joven desgraciada de la que probablemente no recordaba ni el nombre.
Empezamos a hablar en un tono mucho menos profesional y meramente policial, si una cosa he de admitirle al chaval es su capacidad de elocuencia, era un autentico encantador de serpientes, Me preocupan esa clase de tipos. Joe empezo a contarme su version de como habia llegado hasta aqui, afirmaba que a veces le venian destellos de su vida pasada, lo nunca antes visto en un caso de un viajero, a pesar de que me resultaba fascinante, no me lo acababa de tragar del todo, yo no creo que este tipo sea un viajero. Antes de seguir escuchando una palabra mas de este idiota le interrumpi para ir al grano y preguntarle de que habia que protegerlo, su cara se desencajo, se puso algo nervioso y su sonrisa se volvio un poco tenue, nunca lo habia visto asi, entrecortado empezo a hablar...su respuesta erizo cada centimetro de mi piel...
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