El Rey Muerto
En una tierra muy lejana donde el tiempo no era una medida exacta, se levantaba una colosal ciudad solo ensombrada por su pobreza y enfermedad llamada Ravens Fall. Esta ciudad no fue siempre asi, hubo una epoca donde en las calles se podian ver a los trovadores cantando, la gente riendo y los puestos rebosantes de comida, pero todo cambio cuando el hijo del Rey Dallaham callo en una extraña enfermedad del sueño.
Los viejos hechiceros y nigromantes cuentan que el Rey hizo un pacto para perpetuar su poder con la corona con el mismisimo Balohck, Dios Rey de las pesadillas y el caos. Para ello emprendio un viaje a las lejanas y oscuras tierras de Debrahim, hogar de magos negros, brujas y dioses caidos. Pero cuando volvio, dejo parte de si mismo en el tenebroso lugar convirtiendose en un rey avaro, malhumorado y paranoico, descuidando su reino aquel que amo una vez. A los 6 años de aquel acontecimiento murio Draena, su esposa, fue un golpe devastador para el, pero no seria sino a los 6 años mas cuando su hijo Dalhos caeria en la enfermedad del sueño.
Ya hace casi 6 años de eso, el Rey, paranoico, se dispone a viajar a las lejanas tierras de Yromiv para encontrar una cura para la enfermedad de su hijo para evadir asi el destino, puesto que pensaba que si transcirrian otros seis años, seria el quien muriese o peor, viajase con un billete solo de ida al Olvido, lugar donde van las almas de las personas cuando padecen la enfermedad del sueño o cuando mueren y son recordados con odio. Yromiv era un lugar muy colorido, a pesar de ser un poco precario y rudimental se podia apreciar la organizacion y el orden de la aldea mas grande de Pangeria. En esta lejana aldea se benerava al gran Rey Dios Yros, defensor del orden y la justicia y hermano menor de Balohck.
Los ancianos de la aldea le dieron un extraño brebaje como ofrenda a Dallaham, hecho a partir de la sangre de un mortal y a penas unas gotas de sangre de Yros. Los sabios aseguraban que desde que el liquido tocara los labios de Dalhos, volveria de entre los olvidados como un joven sano, contento y que sobretodo no recordaria absolutamente nada del reino de los olvidados. El rey muy contento decidio organizar un festejo en aquella aldea.
Cuando el sol callo por el norte empezaron a festejar, los hombres que habian acompañado en la larga travesia a Dallaham empezaron a beber, las cosas empezaron a salirse de control, los soldados de Dallaham les dio por violar a las mujeres y niños del pueblo, algunos incluso decidieron matar, saquear y muchos suicidarse. El rey sabia que aquello no podia estar bien, sin embargo no le importaba, ya habia conseguido lo que queria. Al amanecer la aldea era otra, estaba destrozada, en el aire se podia respirar las cenizas de las casas en llamas, al cabo de unos segundos empezo a llover, una lluvia potente, indomita, como las lagrimas de dolor, impotencia y sed de venganza de las familias que aquella noche se habian roto. El Rey marcho de vuelta con su ahora reducida tropa, muchos se habian quedado para seguir la fiesta, otros habian fallecido.
Mientras atravesaban un enorme claro sintio como la tierra misma temblo desde sus entrañas, las nubes se apartaron y una fulminante luz golpeo el suelo como si de un rayo se tratase dejando ver la silueta de una extraña bestia, era grande y majestuosa, permanecia quieta ante Dallaham. El Rey saco su vieja espada e inmediatamente sus resacosos hombres se rearmaron. De repente las cabezas de los soldados empezaron a resplandecer intensamente hasta que colapsaron en un orbe de luz que se desvanecio entre la sangre y viceras de sus cabezas. La bestia era el mismisimo Yros, que buscaba venganza contra Dallaham tras lo acontecido la pasada noche en su pueblo. El dios desafio al rey a una batalla a muerte a la que el orgulloso rey acepto. Yros siendo conciente de que aunque fuese un rey seguia siendo un mortal, no le parecio justo y a partir de uno de sus cuernos materializo una espada que entrego al rey para que combatiera.
La batalla duro mas de un dia, a kilometros del lugar se podian oir el chocar de la espada con la cornamenta ferrea de la bestia que con un haz de luz iluminaba todo el claro. El rey en una oportunidad atravezo el pecho de la bestia e inmediatamente la luz que envolvia a la criatura fue disminuyendo hasta apagarse, el enorme cuerpo yacia en el suelo donde poco a poco era envuelto con raices que salian del suelo para convertirse en un frondoso y enorme arbol de hojas blancas. Dallaham, como señal de respeto, clavo la espada que le habia entregado Yros frente al arbol y susurro un conjuro para que nadie pudiese moverla.
Tras 2 dias mas de viaje, el gran rey de Ravens Fall habia vuelto a su hogar justo el dia que se cumplian los 6 años. Las calles estaban vacias, el silencio las asolaba, el viento solo traia el cantar de una bandada de cuervos que segun las creencias de la ciudad significaban bonanza. Dallaham acudio raudo a los aposentos del joven Dalhos y virtio el brebaje en su boca, inmediatamente el joven reacciono. Sin embargo, su piel palidecio y sus ojos habian cambiado de un tono verde cautivador al mas perturbador y profundo color negro. El joven se levanto como si nada, sin mediar palabra salio de sus aposentos y se fue a la armeria, su padre, perplejo, fue tras el sin embargo Dalhos continuo su paso firme y cuando ambos llegaron a la armeria, el principe decapito a su propio padre con su propia espada, demostrando que nadie podia evadir su destino y mucho menos cuando de un pacto con Balohck se trataba.
Lo que nadie sabia es que Balohck (el caos) e Yros (el orden) tenian que estar en perfecta armonia, sin Bahlock el mundo se volveria monotono, dictatorial y la vida tal y como la conocemos se extinguiria, pero sin Yros, nada impedia a su hermano trasladarse desde el olvido al plano de los humanos y convertir el mundo en un lugar oscuro y anarquico. Lo que habia ocurrido era que Balohck se habia reencarnado en el cuerpo del joven Dahlos desde donde reinaria el mundo desde su trono hecho con los huesos de todas las victimas de las atrocidades que cometia a su paso, mientras que el alma del valeroso principe se hallaba perdida en el olvido. Una nueva era habia surgido, la era del Rey Muerto.